Sé que pasan muchas cosas buenas por el mundo... a diario. Sé que hay gente maravillosa haciendo grandes cosas y muchas merecen ser conocidas y comentadas. Lo sé, pero hoy no puedo hacerlo.
¿Cómo antepongo esas cosas a una gran desgracia? ¿cómo puedo hablar de héroes cuando un verdugo mata a sus dos niñas?
Todos lo hemos visto en las noticias estos días atrás. Ese "padre", al que le queda muy grande esa palabra, mató a sus dos niñitas de 4 y 9 años. Yo no encuentro palabras que describan esto. Creo que a todos se nos parte el alma con estas cosas.
Yo quiero expresarme porque, si por un pobre animal me manifiesto alzando mi voz, desde luego esto no va a ser menos.
Podría descalificar a este ser hasta que encallaran mis dedos de tanto teclear... y todos lo entenderíais. Ya lo hice para mí misma, pero no lo voy a hacer ahora. Sé que no puedo remediar nada así... sólo me centraré en dos cosas y como se suele decir, mandar la pelota al tejado que corresponda.
Primero, espero que no den por loco a este individuo, que digan que está depresivo, que está enfermo, que achaquen su maldad a un bajo estado de ánimo... no sería el primero. No quiero ni pensarlo. Esto tiene un nombre. Y como no creo en Dios, o por lo menos no en el que la gente quiere que crea, tampoco voy a creer en demonios, esos que algunos culpan de estas cosas. Lo que sí que creo es en la maldad humana, la capacidad que tienen algunas personas de alimentar tanto un odio o un rencor hasta ser capaces de matar a sus propios hijos.
¿Tan fuerte es ese sentimiento de odio o sed de venganza de este ser, que supera al amor que se siente por un hijo? Creo que por sus venas corre agua y no sangre, un agua fría y contaminada con el peor de los gérmenes.
Se supone que un padre es el supermán de un hijo, su héroe y no su verdugo. Su aspiración, su maestro, el que le da consejos y lo guía en la vida. Lo que ha hecho este cobarde sólo lo hace un monstruo.
Lo que me hace temblar de impotencia es que no es un caso aislado. No hace mucho otros niños murieron a manos de su padre, o madre también. ¿Qué está pasando, quién frena esto? ¡Hay que hacer algo!.
Para mí está claro, en parte pasa porque no hay temor. El asesino no teme a lo que viene después, que si juicio justo... que si condena revisable... ¡aquí no hay dolor!. Si yo mandara en algo... no digo que cambiaría el mundo o que ya no pasaran estas cosas... pero lo intentaría, ¡digo que si lo intentaría!, de todas las formas posibles.
¡Que estamos hablando de niños!
Si lo que se ha hecho hasta ahora no es suficiente... ¡pues se va un poco mas allá!.
Hablo a los que tienen el poder de cambiarlo, a esas personas que dictan las leyes, pero, ¿qué ley hay que cumplir con un padre que mata a sus hijos? ¿que derechos puede tener un ser que arranca el primer derecho que tiene otro ser, como es el derecho a vivir?.
Finalmente, yo se lo que yo haría, lo se muy bien. No lo voy a decir, pero quizás no sea muy diferente de lo que haríais vosotros. Ahora sólo queda lamentar lo sucedido y condenar estos hechos inhumanos. Unirnos al dolor de esta familia que han dejado destrozada y esperar el mayor de los castigos para ese monstruo.
Y desde luego, el creyente que pida a Dios que esto no pase más.
Y los no creyentes... crucemos los dedos.
La foto es de aquí.