Dice Monago que en política falta sentido del humor. ¡Que gracioso!
Yo la verdad es que estoy a carcajada limpia cada vez que veo o leo noticias relacionadas con política. Afortunadamente Monago tiene unos compañeros de partido la mar de dicharacheros y cómicos.
Es de lo más gracioso que él, todo un presidente de una Comunidad Autónoma, haga viajes privados a costa del dinero público extremeño. Pero tenía razones de peso para actuar así: peligraba su vida interior y se le ofreció la oportunidad de unas sesiones de risoterapia en las islas afortunadas. Porque él lo vale.
Nuestro presidente del gobierno, persona jocosa como pocas, nos muestra su lado más cómico cuando en sesiones sobre el estado de la nación, ningunea a un país entero y se ríe del patetismo que parece ser que tiene, nada más y nada menos, que cuarenta millones de almas. Menos mal que se salvan algunos, muy pocos desde luego, los que militan en sus filas, el resto no cuentan. Falta de gracia.
¡Ay ese Hernando chistoso! El cargo de portavoz le viene al pelo: no se pueden decir más payasadas por minuto. Aunque creo que si se esmera, lo consigue. El PP no sería nada sin un buen bufón. Y saben elegirlo.
Claro que todo no van a ser chistes. A la ministra de trabajo, no le van las bromas fáciles, más tratándose de la virgen del Rocio. Pero cuando deja la devoción y pasa a la acción, como buena andaluza si hay que marcarse unas sevillanas, ahí está ella para demostrar que le sobra gracia y donaire. Sin embargo, a Juanma le falta esa chispa que quiere mostrar en ciertos momentos. Con lo mono que es y le falta duende...
No se puede tener todo. Quizás el estar al amparo de Ana Mato, le dejó secuelas irreversibles para el cante y el baile de por vida. También arrastrara por los siglos de los siglos, las comparaciones con el siempre garboso Arenas, ¡que arte!.
No se porqué se queja Monago por la falta de humor entre los políticos, cuando ahí tenemos a Dolores de Cospedal que es espectacular imitando a Antonio Ozores, dice sin decir y habla sin hablar. O a Esperanza Aguirre cual Gracita Morales siempre en disputa con Gallardón, y Gallardón que desprende salero por cada poro de su piel…¡Ay, será por humor!
Pero desde luego el alma de la fiesta es el extremeño. Ahí no tiene rival, qué gallardía, qué desparpajo, qué chispeante…¡Como se nota quien es el gallo de su corral!.
La foto es de aquí.