La raza autóctona de cordero lojeño que se cría en las sierras de Loja, Zafarraya y Alhama de Granada tienen sus miras puestas en mercados internacionales en expansión. Más concretamente en el mercado marroquí y francés.
La demanda de este producto local por parte de países del norte de áfrica, va en aumento para consumirla especialmente en la Fiesta del Cordero, una de las mayores festividades de los países musulmanes.
La carne jugosa y tierna del cordero lojeño la hacen especial al cocinarla, ya que no mengua debido a su bajo contenido en agua, como ocurre con otras ganaderías y otros tipos de crianza. El cordero se alimenta principalmente a base de plantas aromáticas y pastos de la sierra, y el manejo ganadero tradicional con el que se cría, le confieren propiedades gustativas muy destacables como la jugosidad, la ternura de su carne y los sabores y olores característicos. Otra característica morfológica muy importante es que debido al pequeño tamaño y a la menor proporción ósea de esta raza en contraposición con otras, resulta muy adecuada a la hora de elaborar con ella productos curados.