Situación
El Llano de Zafarraya, es una meseta rodeada de montañas situada geográficamente al sudoeste de la provincia de Granada, en la zona conocida como Poniente Granadino. La especial configuración de las sierras que la rodean y su altitud (alrededor de 900m.) con respecto al mar, configuran un microclima que hace muy especiales los productos agrícolas que en el se cultivan. El Llano de Zafarraya conforma lo que los geólogos denominan un poljé, o depresión kárstica en la que las aguas recogidas por las sierras circundantes desaparece por unos "agujeros" en la tierra denominados "ponors". Esta característica, hace que sean abundantes las corrientes subterráneas de agua, lo que unido a los ricos sedimentos depositados por las avenidas del Arroyo de la Madre, provocan que el Llano sea un fértil valle en el que se cultivan con primor los productos de la huerta.
Clima
El clima del Llano, es otro de los factores fundamentales en la calidad de los productos cultivados aquí. Como ya dijimos antes, la especial configuración de las sierras circundantes, provoca que los vientos húmedos procedentes del mar (por el sur), asciendan súbitamente por la ladera de la Sierra de Alhama, enfriándolos y por tanto eliminando la calidez que poseen, mientras por el norte, los vientos procedentes del interior faltos de humedad y más fríos son igualmente elevados por la Sierra Gorda. Todas estas características, hacen que los inviernos en el Llano de Zafarraya, sean fríos y húmedos como correspondería a latitudes más septentrionales, mientras que los veranos no resultan tan cálidos y agobiantes, como también correspondería a latitudes más meridionales. De este modo, si bien los inviernos son muy rigurosos, ayudan por ejemplo, a desinfectar las tierras de parásitos indeseables o a preparar bonitas postales navideñas (cuando nieva, que suele ser frecuente), lo que de alguna forma se agradece, mientras que los veranos, suelen ser un poco más fresquitos, que por ejemplo en el Valle de la Axarquía, llegándose a producir diferencias de temperatura de hasta 25 grados entre el día y la noche. Esta diferencia de temperaturas, confiere unas cualidades organolépticas muy deseables a los productos agrícolas cultivados al aire libre, en especial al afamado tomate de Zafarraya, del que hablaremos en otro artículo, pero también hace que en algunos días del tórrido agosto, echemos en falta una "mantita" en la cama al irnos a dormir, lo que en pleno verano, creanme, se agradece.
Historia
En lo que a historia se refiere, Zafarraya ha sido un territorio por el que han pasado innumerables civilizaciones. Restos Neanderthales, han sido encontrados en la "Cueva del Boquete" en la parte que da hacia la provincia de Málaga y al Valle de la Axarquía, y en el interior del Llano, se han encontrado restos de antiguas civilizaciones, como la prehistórica "Cultura de El Algar", de la que son varios los asentamientos diseminados por las laderas de las sierras que rodean el Llano. Se han encontrado igualmente, tumbas de otras épocas, aunque no se han realizado estudios arqueológicos completos, salvo aquellos puntuales, que se hecen por ejemplo al encontrar restos cuando se preparan las cimentaciones de las casas en construcción. Pero la historia más reciente, es quizás la más rica, debido fundamentalmente a las luchas protagonizadas por las ciudades principales que limitan con el Llano: Alhama de Granada, Vélez Málaga y en menor medida Loja, pues conocida de sobra la riqueza de estas tierras, todas pretendían los beneficios derivados de la explotación de dichas riquezas. Salvador Raya Retamero, director del grupo de investigación "Filosofía y Antropología de la Universidad de Granada", nos cuenta en su libro El Campo de Zafarraya, Génesis, repartimiento y nuevas poblaciones", cuanto ha encontrado en relación con estas trifulcas, hasta el repartimiento del Llano a finales del siglo XIX.
Sociedad
Gracias a las mejoras en la producción agraria y a los adelantos técnicos aplicados a los cultivos, la riqueza del Llano de Zafarraya, ha ido experimentado en las últimas décadas, un importante avance que ha proporcionado a sus habitantes la posibilidad de aumentar su renta per cápita en contraste con la de los pueblos vecinos. Hemos pasado de ser un lugar de emigración a recibir anualmente a cientos de inmigrantes venidos de tierras lejanas, que buscan en nuestro Llano un futuro mejor. No es raro encontrarse por nuestras calles y campos, oriundos de Rumanía, Ucrania, Marruecos, Argelia, Perú, Bolivia o Ecuador, etc... que ayudan en las tareas del campo y las empresas transformadoras. El Llano de Zafarraya, es un claro ejemplo de convivencia entre pueblos y culturas de muy distinta índole, que dan pie a graciosos cuadros que bien podrían haber sido sacados de cualquier libro de aventuras, como por ejemplo ver como se entienden perfectamente un Marroquí y un Búlgaro, ambos hablando en castellano... cuando menos curioso.