Hoy se lanza una campaña para premiar la aportación del código abierto a la humanidad con el Príncipe de Asturias
¿Qué tienen que ver la Bolsa de Londres, Google y las centralitas telefónicas que se montaron tras el terremoto de Haití? Ninguna de ellas funcionaría sin software libre. Esa universalidad es una de las razones por las que la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias estudiará la candidatura, que se lanza hoy, para otorgar el premio a la Cooperación Internacional a la comunidad del software libre.
También llamado GNU/Linux, código de fuentes abiertas o free software, el software libre se diferencia del propietario en que el código de los programas es abierto. Frente a lo que ocurre con el Windows de Microsoft, o los sistemas de Apple, los programadores pueden leer y revisar cada línea con la que se hizo el software. Su licencia también permite que cualquiera lo mejore e, incluso, haga su propia versión y monte su negocio con ella. A día de hoy, dos tercios de la infraestructura de toda internet dependen de servidores Apache, un sistema abierto. Tampoco habría sido posible la Wikipedia, con más de 1.260.000 editores, o la propia industria de Hollywood, que confía el 95% de sus servidores a GNU/Linux.
También llamado GNU/Linux, código de fuentes abiertas o free software, el software libre se diferencia del propietario en que el código de los programas es abierto. Frente a lo que ocurre con el Windows de Microsoft, o los sistemas de Apple, los programadores pueden leer y revisar cada línea con la que se hizo el software. Su licencia también permite que cualquiera lo mejore e, incluso, haga su propia versión y monte su negocio con ella. A día de hoy, dos tercios de la infraestructura de toda internet dependen de servidores Apache, un sistema abierto. Tampoco habría sido posible la Wikipedia, con más de 1.260.000 editores, o la propia industria de Hollywood, que confía el 95% de sus servidores a GNU/Linux.
Para saber más: Articulo original en Publico.es