Al líder morado se le llena la boca al hablar de sus logros en tan corto espacio de tiempo, y de una “muy posible victoria” electoral, que cambie de color el territorio nacional.
Habla de las desavenencias internas de los socialistas, de la corrupción del pp y de la mezcla de color naranja. Pero no dice mucho de sus confluentes socios.
Lo más granado del panorama político, pre-democrático y pre-constitucional incluido, engrosan unas filas variopintas y difíciles de agremiar. Por muy de izquierdas que digan ser, entre sus adscritos tenemos a personajes tan ilustres como el profesor Verstrynge, sucesor de don Manuel Fraga, persona que tuvo una larga carrera política y autócrata de convicción y vocación.
Otra persona egregia dentro de la formación es Juan Carlos Monedero, político moderado donde los haya. Asesor de partidos políticos y locuaz colaborador en distintos programas de televisión. Sus desavenencias con Iglesias, o eso dicen, le han llevado a dejar el partido, al no tener apoyos para la vuelta a los inicios de la organización, aquellos que reivindicaban el 15M.
Pero si alguien es la cabeza y el alma de la formación morada, ese es Pablo Iglesias. Con pedigree familiar, se postula para presidente del gobierno, pero me temo que tendrá que cambiar muchas cosas para llegar a Moncloa, aunque de momento se crea la reina de la fiesta.
Su tono lingüístico monótono y carente de emoción, no es impedimento para que la soberbia aflore en cada palabra expuesta y en cada gesto estudiado. Esa jactancia de la que hace gala, es la que le hace valedor de censuras de adversarios y de ciudadanos a los que él tanto defiende. Su inmensa presunción le llevó a tratar con envanecimiento su sillón de diputado, eludiendo el rigor y la deferencia que merece el hemiciclo.
Con unas confluencias dignas de una recopilación con ilustraciones históricas, Podemos critica las posibles amalgamas ideológicas de sus adversarios. Sin embargo, su partido, amén de la alianza electoral, goza de una extensa y variada lista de socios: iniciativa compromís, és el moment, gráfico interactivo, esquerra unida, iniciativa per catalunya, barcelona en común, ourense en común, más por mallorca, equo, unidad popular... y así hasta completar los 39 diputados que representan a la formación morada.
Político, presentador y tertuliano de televisión, profesor universitario y politólogo. Ante todo politólogo, ya que desde su cómoda visión de líder, le permite analizar la situación política de nuestro país, aprovechando sus insulsos discursos para prometer acciones rápidas y eficaces de un programa inexistente.
Se le atribuyó la capacidad de negociar, pero después de cinco meses, esa aptitud es evidente que no le ha funcionado. También se le otorgó la predisposición para trabajar con otras personas, es evidente que su egocentrismo le impide colaborar con nadie que no sea él mismo.
Quizás el poder de Podemos sea la calle, los ciudadanos, el pueblo. Pero lo que es seguro es que su líder pierde poder cada vez que intenta, en una falsa modestia, parecer humilde.