Según las últimas estadísticas divulgadas por la UNESCO, si todos los niños tuvieran acceso a la enseñanza, el ingreso per cápita aumentaría un 23% en los próximos 40 años.
El Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo que ha dado a conocer la UNESCO, con miras a los próximos debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los programas de desarrollo posteriores a 2015, que tendrán lugar la semana próxima en Nueva York, pone de manifiesto que la educación transforma el desarrollo.
La educación puede reducir la pobreza extrema, puesto que si todos los niños tuvieran el mismo acceso a la enseñanza, el ingreso per cápita aumentaría un 23% en los próximos 40 años. Además, si todas las mujeres cursaran educación primaria, los matrimonios precoces y la mortalidad infantil podrían disminuir una sexta parte y la mortalidad materna, dos tercios.
Por este motivo, desde la Organización se reivindica la importancia de la educación en general, como medio para mejorar la vida y la sociedad, y en particular la enseñanza de las niñas, que garantiza beneficios en materia de salud y productividad, mitigando la pobreza extrema.
Como ejemplo, se explica que en África subsahariana y en Asia meridional y occidental, casi tres millones de muchachas se casan antes de cumplir los 15 años. Sin embargo, se cree que si hubiesen podido completar la enseñanza primaria habría casi medio millón menos de matrimonios precoces y dos millones si completasen todas la educación secundaria.
En esas mismas regiones, 3,4 millones de jóvenes tienen su primer hijo antes de cumplir los 17 años, pero si hubiesen completado los estudios secundarios, habría dos millones menos de esos nacimientos.
Por otro lado, la UNESCO también destaca que la educación es de gran importancia para fomentar entre los individuos la tolerancia, aumentar las posibilidades de obtener un empleo, propiciar el crecimiento económico y mejorar la situación medioambiental.
Original en primerasnoticias.com.
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